Translate

lunes, 16 de noviembre de 2015

Una burlesca crítica

En honor a uno de los grandes del siglo de oro español, Francisco de Quevedo que nos deleita con esta sátira dedicada a su querido compañero de siglo pero enemigo Luis de Góngora.

A UNA NARIZ

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.

Érase un reloj de sol mal encarado,
érase un alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón mas narizado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.


Francisco de Quevedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario