Es difícil encontrar ese lugar donde estarás tranquilo,
feliz, con una sonrisa… Puede ser que no exista, o que este más allá de lo
físico, de lo superficial y de lo material. Que sea una lucha interior en la
que tienes las de perder; que la gente levanta la bandera blanca antes de
tiempo, que no se esfuerzan porque pierden la fe…
Fe, palabra de dos letras pero con uno poder inimaginable. ¿Ustedes
saben que es la fe, que puede conseguir la fe? Yo, si. Después de trabajo,
esfuerzo, constancia, caer y volver a caer; pero sin perder la fe saben lo que
encontré. Ese lugar, ese mundo perdido en nuestro interior, donde lo difícil es
ver la guerra, el llorar, el perder la sonrisa de la cara; ese lugar…
Pero no es interminable, yo lo perdí; porque ella me cortó,
ella me empujó al pozo, y no recibe la mano para cruzar el muro. Porque en la
vida hay muchas cordilleras, pero estas se han de saltar, no se pueden rodear.
Hoy, sigo allí esperando… espero que tu, que por suerte o desgracia has
encontrado este último suspiro de mi alma, vengas a por mí; y no, no me
conocerás, puede que todo sea mentira, que lo único que quiero es reírme de ti…
Pero, piensa por un segundo que esto, este momento es cierto, que necesito esa
mano para pasar al otro valle, al otro lado de la cordillera…
¿Qué harás?
Ella me empujó al pozo, y no recibe la mano para cruzar el muro.
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