Ayer caminando por la playa, con los miles de granos de arena luchando contra mis pies para que estos descansaran y se dejaran de mover; pero eso no iba a ocurrir. Estaba inquieto, no sabía exactamente porque; podía ser por una mujer, por la familia, el trabajo...
Pero el caso es, que ella llego.
Estaba grande y reluciente; blanca como la nieve y reflejada en el poderoso mar, ahora pausado y dormido. Ella salia de noche, acompañada de innumerables amigas, menores a ella pero fieles y sinceras; como su rutina ya monótona. Siempre era el salir por un lado y irse por el otro. Todo y que, es cierto y se a de decir, que cada día tenia el gusto de poder ver una historia, habitualmente de película porque era con un final feliz.
Esta noche, no iba a ser así. Estaba yo, y venia a hablar con ella, a cuestionarle el mundo, las personas, el tiempo, el paisaje... Se lo iba a preguntar todo. Quería entenderlo todo...¿saben ustedes lo que les quiero decir? Es posible que me entendáis, estas situaciones son habituales (pero no constantes) en las personas. Pero ella, como siempre serena, me dijo...
"Piense en el futuro que es vuestro camino, olvide el pasado y viva el presente". Esta frase sin saber como se me quedo tatuada en la mente. A partir de aquel extraño y único día, y de mi charla con ella; entendí que el perder el tiempo preguntándose porqué habían sucedido así los echos y no podrían haber sucedido de cualquier otra manera. No conseguiría hacer una mejora en tu vida, en este camino; que usted le pone el árbol al auto perderse por el laberinto del pasado cuando al dejar de pensar la salida de éste aparece y el árbol se aparta.
Estaba grande y reluciente; blanca como la nieve y reflejada en el poderoso mar, ahora pausado y dormido.
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