Y es que, que hacer si tu retirada era segura y precedida de mi dolor, mi llanto por tu amor acabaría. Y ahora me encuentro, sentado en la silla de aquel bar, pidiendo siempre el mismo chupito en el mismo baso al mismo camarero... Deseando tu regreso y ahogando ese pesar, pagando mi gran error, el no decirte cada día, cada hora, cada minuto, un simple y profundo TE QUIERO; pensarlo pero darte la espalda, estar por el cielo antes que por mi estrella, estar por el el espejo antes que por tu reflejo, estar por mi antes que por ti.
me encuentro, sentado en la silla de aquel bar, pidiendo siempre el mismo chupito en el mismo baso al mismo camarero...